Donde empieza la historia
Val d’Isère albergaba familias autosuficientes que vivían de la agricultura, el ganado y el comercio de montaña. La vida aquí exigía conocimiento del entorno y la capacidad de adaptarse a cada estación. Los primeros visitantes llegaron en 1888, cuando se abrió el primer hotel; el viaje era largo y lento, y se venía en busca de aire puro y tranquilidad.